Los quesos son un acompañamiento clásico para disfrutar un vino. Si bien no hay reglas impositivas y el gusto personal juega un papel importante, existen algunas combinaciones que funcionan mejor que otras.
Un buen maridaje de quesos y vinos resaltará los sabores y te permitirá apreciar mejor las cualidades de cada producto. El truco para hacer una buena selección está en seguir algunos consejos generales.
El objetivo de un buen maridaje es complementar sabores, texturas y olores. Para lograr esto, considera los siguientes aspectos al seleccionar los vinos y quesos:
Estos son tres factores centrales que te entregarán información esencial para crear buenas combinaciones. También pueden considerarlos cuando quieras agregar otros sabores al maridaje, como hierbas y condimentos en los quesos.
Adicionalmente, pueden seguir las sugerencias que detallamos a continuación.
Toma en cuenta que los vinos con más alcohol tienden a tener un sabor más intenso, por lo que es mejor combinarlos con quesos fuertes.
En el caso de los sabores delicados, hay que tener cuidado de que se pierdan al combinarse con otros más fuertes. Debe haber un balance entre las intensidades para que ninguno opaque al otro.
Con el tiempo, los quesos pierden agua y esto hace que las grasas se concentren y los sabores su vuelvan más fuertes. Estas características combinan muy bien con los vinos maduros, los que desarrollan aromas profundos y un cuerpo envolvente.
El dulzor en los vinos ayudar a balancear la intensidad de los quesos fuertes, haciendo que los sabores se sientan más cremosos. Al mismo tiempo, el fuerte olor de estos quesos ayuda equilibrar lo dulce del vino.
Con frecuencia, los vinos y quesos producidos en una misma área geográfica combinan muy bien. No por nada las tradiciones locales se han mantenido por tanto tiempo.
¿No sabes por dónde partir? Si estos datos aún te parecen un poco confusos, puedes empezar probando algunas de nuestras recomendaciones:
Si tienes varias cepas de vino para ofrecer y quieres que estos sean los protagonistas, prefiere los quesos firmes con sabores delicados y un buen porcentaje de grasa. Estos se mezclarán mejor con la mayoría de los vinos, sin opacarlos.
Finalmente, el mejor consejo es que pruebes por ti mismo. Como bien dicen, sobre gustos no hay nada escrito. Puedes comenzar con una de nuestras sugerencias y luego ir creando tus propias variaciones.